viernes, 15 de abril de 2011

ANÁLISIS LITERARIO DE ¨ELEGÍA POR LA MUERTE DE TOMÁS SANDOVAL¨ DE FRANKLIN MIESES BURGOS

Autor y su época


Franklin Mieses Burgos es el autor de la trágica y sentimental obra “Elegía por la muerte de Tomás Sandoval”, nació en la ciudad de Santo Domingo, el 4 de diciembre de 1907 y murió el 11 de diciembre de 1976. Mieses Burgos fue uno de los iniciadores del movimiento literario de su país llamado "Poesía Sorprendida". Se determina por el acendrado Surrealismo y por su posición antidictatorial, en este caso, contra el gobierno del dictador Rafael Trujillo.
Mieses Burgos fue, también, director ejecutivo del Instituto Dominicano de Cultura Hispánica y dirigió su revista, Hispaniola. Codirigió también la colección "La Isla Necesaria", la cual editó varios volúmenes de autores dominicanos.

La poesía de Franklin Mieses Burgos, está caracterizada por un profundo lirismo: a veces existencial, otras veces política... y casi siempre surrealista. Su producción poética podía dividirse en tres categorías: la hermética, donde se manifiesta la influencia surrealista; la que sigue modelos clásicos (los sonetos); y la de temas populares. La primera, creemos, contiene quizás sus mejores poemas.

Podemos citar, entre sus múltiples obras poéticas, cronológicamente, las siguientes: Torre de voces (1929 –1936), Trópico íntimo (1930 –1946), Propiedad del recuerdo (1940 – 1942), Clima de eternidad (1944), 12 sonetos y una canción a la rosa (1945 – 1947), Seis cantos para una sola muerte (1947 – 1948), El ángel destruido (1950 –1952) y Al oído de Dios (1954 – 1960). Aquí presentamos un florilegio entresacado de varios de estos libros.
En cuanto a su poesía resumir algunas de las características que se encuentran en su poesía. Escribe al estilo tradicional con la misma facilidad con que escribe de acuerdo a la vena modernista y posmodernista. Al lado de una poesía sumamente elaborada y difícil encontramos poesía de formato popular, extremadamente musical y fácil. Puede seguir los moldes métricos de los antiguos como incurrir en los del momento vanguardista, etc.
Pero lo más admirable es que, bien escriba de una u otra manera, siempre se muestra auténtico en sus metros y temas. Emplea a veces metáforas sorprendentes, hasta llegar a lo audaz. Se nota con frecuencia mucho colorido sensual como substrato de lo onírico y psíquico y surrealista. Pero sobre todo ello, sobresale su apego al trópico: el sol, la vegetación exuberante y el mar. El mar es la marca común de casi todos los poetas isleños



ELEGÍA POR LA MUERTE DE TOMÁS SANDOVAL
¿Quién ahora, llorando,
te alzará desde el fondo solitario del mar,
para sólo pensar desesperadamente
en el vidrio desnudo de tu limpia sonrisa,
o en aquella tu carne color de azúcar parda,
después que los peces hambrientos se comieron
el último paisaje de sol que había en tus ojos?
¿Quién ahora, llorando,
te alzará desde el fondo solitario del mar?
¡Oh príncipe mulato de la verde escafandra!
¡Tronco joven de ceiba y corazón de nardo!
Después que la muerte dejó sobre tus sienes
una polar caricia de puñales de hielo...
Por esos ojos tuyos -dolor- por esos ojos
tan llenos de luceros distantes y neblinas.
Por esos ojos tuyos
derramarán su llanto de alero las palomas;
la noche que te clama sin cesar desde el cielo
colgará sus crespones de sombras ateridas
sobre un mundo salobre de guitarras y lonas.
Pero tú desde el fondo no la podrás mirar.
No la podrás mirar porque ya se habrá ido
el alba que alumbraba por dentro de tus ojos
de terciopelo oscuro:
porque ya se habrá ido sin campanas tu vida
hacia una madrugada de sal y caracoles,
más allá de la noche liviana de las algas,
a donde -todavía-
la luna no ha podido llegar para mirarte
definitivamente dormido bajo el agua.
¡Arena y sólo arena
para el ancla caliente de tus ingles desnudas-,
para tus ojos, sombras de los corales mudos!
¡Arena y sólo arena
para enterrar tus sueños marítimos
de nubes y de gaviotas blancas,
sobre un cielo de coco nublado de sardinas!
¡Arena y sólo arena
para hundirte en tu inmenso silencio terminado
entre besos impuros de hermafroditas peces!
¡Ay! ¡Que ya no habrá más música marina de acordeones
en tu lecho de limos y pleamares eternos!
Sin un puerto posible para tu despedida,
en la noche se fueron llorando las estrellas.

Querida entre tus brazos, habrás tenido sólo
una coquetería de manatíes hembras,
porque ya las abejas que anidaban tus labios
se habrán llevado toda la cera de tus besos.
¡Oh amante ineludible para quien la marisma
tendía el más oculto fluir de sus mareas!
¿Qué has hecho con el rostro pálido de las lunas
caídas en el fondo solitario del mar?
¿Qué has hecho con el rostro de amor de aquellas lunas?
¿Traslúcida y radiante como un cristal muy fino
deambulará tu sombra en torno de estas islas caribes que te dieron
ese estupor de cielo mojado de aguardiente?
¿Quién ahora dolido escuchará tu voz herida de violentas,
y le dará a tu gesto de varón suicida
todos los crisantemos crecidos en la tarde?
En litoral amargo de llanto sin pañuelos
las verdes hojas anchas sacudidas
por tropicales ráfagas de horno,
te están diciendo adiós,
y tú no miras...

Argumento:
Todo se desarrolla en un cortejo fúnebre, donde se le hace fiel reconocimiento a un marinero que ha perdido la vida en el inmenso mar. El narrador se convierte en un observador y descriptor de las profundas aguas marinas, que junto a la flora y fauna de estas profundas aguas fueron parte de la vida de la victima. Donde empieza describiendo el profundo fondo del mar, adornado por algas, caracoles y peces y desde las profundidades, a lo lejos se observan ceibas y nardos de una forma espectacular. Todo esto se lleva a cabo por medio de exclamaciones.

Tema:
El tema de esta elegía se centraliza en la irreparable pérdida de un navegante, amigo íntimo y esposo, que se había dedicado la vida entera a navegar por grandes mares, hasta el día de su muerte, dormido un día cualquiera, cristianamente en el fondo del mar para siempre.
Mensaje.

En la elegía el autor ubica los sentimientos por encima de todas las cosas, los cuales se presentan en toda la estructura discursiva del texto, a través de comprometedoras interrogaciones y exclamaciones. El autor nos muestra cómo la entonación puede variar las estructuras de una narración a través de los signos de interrogación o admiración, los diálogos, como puede variar la apuntación, los tiempos y modos verbales y las variantes pronominales.
Valores morales y sociales:
En esta elegía resaltan los sentimientos sensitivos, como una forma del autor exponer su propia vida, frente a los problemas sociales que desde tiempo remoto han llevado al ser humano a pensar a dónde va cada ser querido después de la muerte.

Esta obra cumple con una función social y artística de un valor importante, porque por medio de estos versos se puede llegar a los sentimientos humanos en toda la sociedad dominicana y en donde quiera que exista un ambiente con situaciones similares. No obstante nos sirve como medio de llevarnos en un viaje por el pasado, como una forma de hacer presente nuestros antecedentes.
Este discurso empieza con la repetición de estos versos en la misma estrofa:
¿Quién ahora, llorando,
te alzará desde el fondo solitario del mar,

Es un estilo de palabras usadas en momentos difíciles, donde se pierde a un ser querido o amigo, propia de sectores y barrios de nuestra sociedad, donde se lleva a cabo alguna actividad por la perdida de algún ser querido. La imagen del mar, frente al medio ambiente escogido por el autor, nos introduce a las vivencias de la época, donde el ser humano de la época vivía en contacto con la naturaleza y en especial con el mar.

Creo que una elegía escrita con estos versos, no se podría escribir sin el autor haber vivido de una u otra forma en relación con la realidad circundante, existente en lugares y momentos propios de la vida costera de alguna región del caribe y en especial República Dominicana, por la forma de describir el nombre de los accesorios que usaba la victima. El impacto que de seguro crea este discurso en nuestra sociedad en esta época es grandioso, al promover ideologías de sentimientos nacionales y amistosos, a través de canciones recitadas, que quizás pocos poetas dominicanos habían llevado a cabo para la época.

Existe una gran similitud con nuestra sociedad actual. Esta situación se presenta con bastante frecuencia en nuestra vida sentimental, donde pierden la vida familiares, amigos y relacionados, donde muchos mueren de muerte natural, otros son victimas de crímenes, enfermedades y de igual modo otros mueren ahogados en algún lugar del mar. Esto ocurre a nivel nacional, en todos los niveles de la sociedad y muy especialmente en los estratos sociales más bajos de nuestra sociedad.

Recursos Lingüísticos:
Elegía por la muerte de Tomás Sandoval empieza con una estrofa larga, que se caracteriza por la entonación que le dan los signos de interrogaciones y admiraciones, con gran sentido metafórico apoyado en una carga semántica apoyada en un fuerte colorido sensorial. Es por esto que la principal figura literaria de esta elegía es la sinestesia, seguida de hipérboles y anáforas o repeticiones, que nos encierra en un mundo lleno de incógnitas, a través de los llantos derramados por la partida de un ser querido, que había vivido estrechamente inmerso a las saladas aguas del mar.

La cadena de la elegía empieza en su primera estrofa con signos de interrogación, acompañado de signos de admiración, que invaden toda la estructura narrativa del texto hasta el final.

¿Quién ahora, llorando,
te alzará desde el fondo solitario del mar?

¡Tronco joven de ceiba y corazón de nardo!

Estos dos versos entre signos de interrogación se repiten dos veces en la primera estrofa de la elegía, dándole ritmo y significado al texto. Su cadena prosódica empieza con /q/ de “quién”, y esa cadena se repite en los octavos y novenos versos.
En el primer verso de la segunda estrofa podemos definir el dolor causado por la partida de Tomás Sandoval, cuando el autor nos sumerge en estas palabras cargadas de hipérboles, anáforas y conjunción, cuando dice:

Por esos ojos tuyos –dolor- por esos ojos
tan llenos de luceros distantes y neblinas.


El empleo de y dentro de versos después de la primera estrofa, puede formar cierto uso de Polisíndeton, que aunque no se puede observar como abuso de la conjunción,
adquiere cierto valor semántico y sintáctico dentro de los parámetros de la descripción hechas por el autor.


En ¡Arena y sólo arena, versos que dan inicio a las estrofas tercera, cuarta y quinta de la elegía, se pueden observar claramente el abuso de la conjunción y formando lo que se podría llamar como polisíndeton, acompañado de ciertas anáforas, hipérboles, metáforas, sinestesias, onomatopeyas, toda esta gama de figuras van encerradas en signos de admiraciones, dándole realza al significado de la elegía. Estas tres estrofas son un estribillo que forman el mensaje principal de la elegía y donde se produce un ritmo, por repetición de palabras o anáforas. Todo esto sucede con la rapidez de los adjetivos calificativos con el uso de verbos transitivos y pronominales, con el acompañamiento de grandes sentidos prosódicos que marcan el ritmo y el significado del texto.


El esquema estructural de la elegía posee nueves estrofas, que van de tres a trece versos, en su mayoría son versos largos.
En su primera estrofa el verso es de ocho silabas, /Quién ahora llorando/, nos sumerge en el fondo de un mar fantástico, cuando luego dice: te alzará desde el fondo solitario del mar. Esta amplia estrofa de trece versos termina en puntitos que son suspensos, cuando termina diciendo: una polar caricia de puñales de hielo…, y nos llevan a un desenlace, con la muerte de un ser querido.

Su segunda estrofa y la más larga de todas con diecisiete versos, es donde realmente entra el dolor, la pena, y los sentimientos, por la irreparable perdida de un ser querido
cuando el autor escribe y repite en estos versos:

Pero tú desde el fondo no la podrás mirar.
No la podrás mirar porque ya se habrá ido
el alba que alumbraba por dentro de tus ojos
de terciopelo oscuro:
porque ya se habrá ido sin campanas tu vida


Los dos últimos versos de esta estrofa terminan paradójicamente, para destacar la muerte, cuando el autor dice:

la luna no ha podido llegar para mirarte
definitivamente dormido bajo el agua.

Su tercera, cuarta y quinta estrofas, son exclamaciones, construidas con repeticiones o anáforas, unidas por la conjunción y en medios de los versos que dan inicio a estas estrofas. Estas conjunciones dan la característica rítmica a la elegía, formándose así lo que llamaríamos estribillos



En la séptima estrofa el autor hace alusión a la pena que embarga la viuda de la victima, cuando la consuela con estos versos sensitivos:

Querida entre tus brazos, habrás tenido sólo
una coquetería de manatíes hembras,
porque ya las abejas que anidaban tus labios
se habrán llevado toda la cera de tus besos.


La última estrofa nos sumerge al desenlace total al unir versos con delicada y fina ironía, cuando el autor describe estos intensos versos suspensos:

te están diciendo adiós,
y no miras…


Figuras literarias: Entre las figuras literarias tenemos en primer lugar las sinestesias luego le siguen las metáforas, anáforas, hipérboles, también se desbordan dos clases de signos en la elegía, que son los signos de admiración e interrogación, que le dan realza y viveza al mismo.


Sinestesias:
Querida entre tus brazos, habrás tenido solo
una coquetería de manatíes hembras,
porque ya las abejas que anidaban tus labios
se habrán llevado toda la cera de tus besos.

para sólo pensar desesperadamente
en el vidrio desnudo de tu limpia sonrisa

derramarán su llanto de alero las palomas;
la noche que te clama sin cesar desde el cielo


Prosopopeyas:
en la noche se fueron llorando las estrellas

entre besos impuros de hermafroditas peces!

para tus ojos, sombras de los caracoles mudos!

la luna no ha podido llegar para mirarte

las verdes hojas anchas sacudidas
por tropicales ráfagas de horno,
te están diciendo adiós,


Anáforas o repeticiones y polisíndeton o abusos de conjunciones:
¡Arena y sólo arena
¡Arena y sólo arena
¡Arena y sólo arena



¿Quién ahora, llorando,
te alzará desde el fondo solitario del mar,
¿Quién ahora, llorando,
te alzará desde el fondo solitario del mar?

Por esos ojos tuyos -dolor- por esos ojos
tan llenos de luceros distantes y neblinas.
Por esos ojos tuyos


de nubes y gaviotas blancas,
en tu lecho de limos y pleamares eternos!
y tú no miras…


Metáforas:
En litoral amargo de llanto sin pañuelos


¿Qué has hecho con el rostro pálido de las lunas
caídas en el fondo solitario del mar?

¡Arena y sólo arena
para enterrar tus sueños marítimos
de nubes y de gaviotas blancas,
sobre un cielo de coco nublado de sardinas!

Anadiplosis:
Pero tú desde el fondo no la podrás mirar.
No la podrás mirar porque ya se habrá ido
Hipérbaton:
En litoral amargo de llanto sin pañuelos
las verdes hojas anchas sacudidas

Punto de vista del narrador: el autor narra desde la tercera persona observadora, es un mero espectador.
Nivel de lenguaje empleado:
Sociocultural y psicológico, con un estilo poético.







Palabras desconocidas buscadas en el diccionario:

Parda: Del color de la tierra, o de la piel del oso común, intermedio entre blanco y negro, con tinte rojo amarillento, lo más oscuro que el gris.

Escafandra: Aparato compuesto de una vestidura impermeable y un casco perfectamente cerrado, con un cristal frente a la cara, y orificios y tubos para remover el aire, que sirve para permanecer y trabajar debajo del agua. Dispositivo que permite al hombre permanecer en un medio diferente a la atmósfera habitable; protege de un exceso o defecto de presión, de radiaciones nocivas y suministra el oxígeno necesario para la respiración.

Nardo: Flor blanca y muy olorosa, especialmente de noche, dispuesta en espiga. Planta de jardín con el tallo sencillo y derecho y hojas largas que se prolongan como si fueran escamas, y que da esa flor.
Alero: Borde de un tejado que sobresale de la pared y sirve para desviar de ella el agua de lluvia.

Aterir: Pelarse de frío
Ateridas: Paralizado o entumecido a causa del frío.

Terciopelo: Tejido espeso y delicado, que tiene pelo muy corto y suave en la superficie. Tejido cuya superficie se presenta cubierta de fibras dispuestas perpendicularmente al mismo, formando dibujos o canales, o completamente lisa.

Ancla: Instrumento de hierro, en forma de arpón o de anzuelo, que, sujeto a una cadena, se echa desde una embarcación al fondo del mar para impedir que esta se mueva.




Ingle: Parte del cuerpo en la que se une la parte superior de la pierna con el vientre.

Hermafroditas: Se aplica al ser vivo que reúne en un mismo individuo los órganos sexuales masculinos y femeninos

Pleamares: Nivel más alto que alcanza el agua del mar durante la marea alta. Tiempo en que el nivel del agua del mar se mantiene en estas condiciones

Marisma: Terreno bajo y pantanoso que ha sido invadido por el agua del mar o de un río. Zona baja, llana o suavemente ondulada, que es invadida por el agua del mar o de los ríos, formada por arenas o limos.

Traslúcida: Se aplica al cuerpo que deja pasar la luz pero que no permite ver con nitidez a través de él

Radiante: Que brilla o emite mucha luz. Que expresa gozo o alegría.

Deambular: Ir de un lugar a otro sin un fin determinado. Andar o pasear sin objeto determinado.

Estupor: Estado de la persona que está parcialmente inconsciente debido a una disminución de la actividad de las funciones mentales y físicas y de la capacidad de respuesta a los estímulos. Asombro exagerado que impide a alguien reaccionar

Crisantemos: Flor de colores variados e intensos, con gran cantidad de pétalos; posee un tallo fuerte y largo con hojas alternas. Planta de la familia compuestas (Chrysanthemum hortorum), de jardín, de hojas alternas, verdes por el haz y blanquecinas por el envés, y cabezuelas solitarias o reunidas en corimbo, grandes y de colores variados.

Salobre: Que contiene sal. Que por su naturaleza tiene sabor de sal.

Crespón: Trozo de tela negra que se usa en señal de luto. Tela o gasa fina de textura rugosa.

funideli

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