jueves, 11 de febrero de 2010

Viajes y Cargos de Pedro Henriquez Ureña



Viajes y cargos de Pedro Henríquez Ureña.




Santiago Terrero Pérez


Según nos narra Juan Jacobo de Lara, en “vida y obra de Pedro Henríquez Ureña”, después de la muerte de María Salomé Ureña Díaz, ocurrida el 6 de marzo 1897, Pedro viaja a Cabo Haitiano (Haití), bajo el cuidado de su padre, el cual ejercía la profesión de médico allí. Desde entonces se comienza a ver el ensayista, cuando con apenas quince años, Pedro escribe un artículo en un periódico manuscrito, condenando al gobierno de Lilís, después de su muerte.

Al regreso de Francisco Henríquez y Calvajal (Don Pancho) a Santo Domingo, Pedro forma parte de un grupo de jóvenes con aficiones literarias y organizan revistas juveniles, en donde comenzó Pedro a publicar sus crónicas, impresiones criticas y algunas poesías. Se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras, en Santo Domingo, el 6 de febrero de 1901, el 19 de febrero parte a la ciudad de Nueva York, donde hace estudios del idioma inglés, escribe poesías y prosas y trabaja en el comercio durante tres años.

En el 1904, al establecerse Don Pancho en Santiago de Cuba, Pedro deja a Nueva York y se radica en La Habana, donde consigue empleo en la casa Silveira y Compañía, recomendado por Máximo Gómez. Este año fue fructífero para Pedro, escribió y publicó crónicas habaneras, bajo el seudónimo de León Rock, ensayos, artículos de críticas y poesías en la revista Cuba Literaria la cual dirigía su hermano Max desde Santiago de Cuba.

El 7 de enero de 1906, se traslada a Veracruz, donde trabajó como director de El Dictamen y lanzó a la publicidad la Revista Crítica. Luego sigue a la ciudad de México y forma parte del cuerpo de redacción del diario El Imperial y de un grupo de jóvenes escritores, poetas, artistas y estudiosos, donde se le clasificaba como el Sócrates del grupo. Pedro abandona la redacción de El Imperial, pero sigue colaborando con otros periódicos y revistas literarias y conjuntamente trabaja en una compañía de seguros.

En 1911 Pedro hizo un viaje rápido a Santo Domingo con escala en La Habana de ida y vuelta y se reúne con Max antes de volver a México, donde ya era Oficial Mayor de la Secretaría de la Universidad Nacional de México, cargo que ocupó de 1910-1914; conjuntamente ayudó a organizar la Escuela de Altos Estudios y ocupó la cátedra de literatura inglesa en 1911; Profesor de la lengua española en la Escuela Superior de Comercio y Administración en 1912; Catedrático de la literatura española e hispanoamericana en la Escuela Preparatoria de la Universidad Nacional de México, de 1912-1913; Catedrático de literatura inglesa y de historia de la lengua y literatura española en la Escuela de Altos Estudios de la Universidad Nacional de México, de 1913-1914. En 1914 termina la carrera de abogado en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad de México, con su tesis “La Universidad”, pero situaciones políticas lo obligan a salir de México sin recibir su título y se establece en La Habana, Cuba, hasta finales de 1914, para luego seguir hacia Estados Unidos como corresponsal del Heraldo de Cuba, desde la ciudad de Washington, donde escribe con el seudónimo de E.P. Garduño, cargo que ocupa hasta 1915. Sus visitas eran constantes a la ciudad de Nueva York, donde se instaló y entró a formar parte de la redacción del semanario Las Novedades, donde escribía críticas de artes y de literatura.

El 27 de septiembre de 1916, va a Minneapolis nombrado como Professorial Lecturer en el Departamento de Lenguas Romances de la Universidad de Minnesota, donde enseñaba español, literatura del siglo xix e historia de la civilización española e hispanoamericana. En este mismo año se inscribe en la Escuela Graduada de la misma Universidad para obtener el grado de “Master of Arts”, en 1917 presenta su tesis en inglés, la cual no espera recibir el diploma por apresurarse a la ciudad de Nueva York, para conseguir el pasaje para viajar a Europa, con el objetivo de pasar el verano en Madrid, donde trabajó con el objetivo de compilar datos para su tesis de doctorado, junto a Alfonso Reyes, en el Centro de Estudios Históricos, que dirigía Ramón Menéndez Pidal, donde hizo amistad con Tomás Navarro Tomás, Américo Castro y Antonio Solalinde; además, hizo traducciones del inglés para la Biblioteca Nueva de Madrid. En septiembre regresó a Minneapolis e inició su cátedra y estudio de su doctorado, donde solicitó permiso para escribir nuevamente su tesis en español, con el titulo de “La Versificación Irregular en la Poesía Castellana”.

Al volver a México en el 1923, aumentó su producción como escritor, sobre todo en crítica teatral para “El Mundo”, de México con la firma de “Gogol”, y desempeñó el cargo de Director General de la Enseñanza Publica en el estado de Puebla. En 1924 se va a La Plata, por razones políticas ocurridas en México, regresa junto a Isabel Lombardo, su esposa y su hija Natacha de apenas tres meses de nacida, donde enseñó en el Colegio Nacional de La Plata y dictó cátedras en la Universidad de la Plata. En 1930 se traslada a la ciudad de Buenos Aires, donde enseñó literatura argentina, americana y europea en el Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires, desplazándose a las ciudades de Chile y Uruguay a dictar cursos y conferencias.

El 15 de diciembre de 1931 se traslada a Santo Domingo, donde el gobierno lo nombra como Superintendente de Enseñanza, desde donde dirigió la Revista de Educación. Fue catedrático de la Universidad de Santo Domingo, donde también fundó la Facultad de Filosofía y Letras.

El 29 de Junio de 1933, Pedro cumplía 49 años, su esposa e hijas se encontraban en París, condiciones que aprovecha para salir del país huyéndole a la dictadura, a través de una licencia solicitada al gobierno. A su llegada a París, emprende su viaje nuevamente a Argentina, donde siguió su magisterio en el Colegio de La Plata. En 1938 se organiza en Buenos Aires la Editorial Losada, donde fue director técnico.

Fue llamado por la Universidad de Harvard, Cambridge, Massachussets, EE.UU., a recibir la cátedra Charles Eliot Norton, durante los años académicos 1940-1941, donde fue a enseñar literatura hispanoamericana. Antes de partir a Buenos Aires, visitó a Boston y Nueva York. Regresó a Argentina en abril de 1941, para solo viajar de Buenos Aires a La Plata, hasta el día de su muerte ocurrida en un tren, el 11 de mayo de 1946.

13 de marzo de 2009.


LETRAS DOMINICANAS

funideli